Todo el mundo palma pasta cuando entra por primera vez en criptomonedas. Ese Criptobró del Lambo es una utopía. Cuando Virgilio entró en Bitcoin por primera vez, acabó recibiendo mochazos en el lomo por parte de su señora. ¿Por qué? Por palmar pasta. Compró Bitcoin en lo más alto motivado por la euforia y vendió cuando cayó motivado por el miedo. Virgilio era yo hace 7 años. Y ahora somos casi 3.000 Virgilios en mi newsletter los que evitamos los mochazos de nuestras señoras y aprendemos cada día.
Hombres de entre 20 y 45 años, mayoritariamente españoles (70%) y de Sudamérica el resto. Buscadores de oportunidades que les permitan ganar dinero a través de las nuevas tecnologías como Web3, NFT, y DeFi.
No admito contenido que no tenga nada que ver con criptomonedas o finanzas.
(2 entregas)
Mi colega tiene una newsletter. Y me confesó algo: > "No sé qué pasa, que no me llegan suscriptores" ¿Tú quieres ver cómo en 24 horas te llegan decenas de ellos? -Le contesté. Mi colega, no muy convencido, aceptó la propuesta. Pocas horas después me estaba preguntando cómo lo había hecho y se mostraba dispuesto a pagarme por llevarle una cantidad nada desdeñable de nuevos suscriptores. > "Les he contado una historia de Rogelio, un forzudo que conocí en el gimnasio hace 20 años y que andaba como si le hubiesen metido un palo de escoba por el culo." Y así fue. Les conté la historia de Rogelio. Y la gente entró en masa a su newsletter. No voy a utilizar anuncios, ni imágenes, ni tonterías. La gente tiene ceguera a los anuncios. ¿Para qué voy a usar algo que no funciona?
450€